6 Yo te libraré de caer en las manos del rey de Asiria, y a esta ciudad la protegeré.
7 Y esto te servirá de señal de que yo, el Señor, haré todo esto que he dicho:
8 Yo haré que en el reloj de sol de Ajaz la sombra retroceda los diez grados que ya ha bajado.”»Y, en efecto, la sombra retrocedió los diez grados que ya había bajado.
9 Esto es lo que escribió Ezequías, rey de Judá, cuando cayó enfermo y sanó de su enfermedad:
10 «Yo creía que a la mitad de mis días bajaría a las puertas del sepulcro, y que no viviría el resto de mis años.
11 Yo creía que ya no vería al Señor en la tierra de los vivientes; que ya no volvería a ver a los que habitan este mundo;
12 que mi casa había sido removida, como cuando se levanta la tienda de un pastor. ¡Como un tejedor, recorté mi vida, y Dios me la acortó con la enfermedad! ¡En un solo día acabó conmigo!