14 Por eso el sepulcro ensanchó su garganta, y abrió sus desmesuradas fauces. ¡Al sepulcro bajará su esplendorosa multitud, con sus fiestas y su algarabía!
15 Ricos y pobres serán humillados; los de mirada altanera serán abatidos;
16 pero el Señor de los ejércitos será exaltado con la justicia; el Dios Santo será santificado con la victoria.
17 Los corderos serán apacentados como es la costumbre, pero gente extraña consumirá los desolados campos de los ricos.
18 ¡Ay de los que atraen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado con correas de carreta!
19 ¡Ay de los que dicen: «Que venga ya su obra y se dé prisa. Que se acerque y la veamos. Que venga el consejo del Santo de Israel, para que lo conozcamos»!
20 ¡Ay de los que llaman bueno a lo malo, y malo a lo bueno!¡Ay de los que convierten la luz en tinieblas, y las tinieblas en luz!¡Ay de los que convierten lo amargo en dulce, y lo dulce en amargo!