12 del oriente vendrán los sirios, y del poniente los filisteos, y a boca llena devorarán a Israel. Pero ni así cesará su furor. Su mano aún seguirá extendida.
13 El pueblo no se volvió al Señor de los ejércitos. No buscó al que lo castigaba;
14 así que en un mismo día el Señor le cortará a Israel la cabeza y la cola, el tronco y la rama.
15 (La cabeza es el anciano de rostro venerable, y la cola es el profeta que enseña mentiras.)
16 Los que gobiernan a este pueblo son unos mentirosos; por eso sus gobernados se pierden.
17 Por tanto, el Señor no se alegrará por sus jóvenes, ni tendrá misericordia de sus huérfanos y viudas, pues todos son falsos y malvados; de toda boca brotan necedades. Pero ni así cesará su furor. Su mano aún seguirá extendida.
18 La maldad prenderá como un fuego, y consumirá cardos y espinos; se encenderá en la espesura del bosque, y se levantará como un remolino de humo.