8 ¡A todas tus ciudades llegará la destrucción! ¡Ninguna de ellas se librará! También el valle quedará asolado, y destruida la llanura, tal y como lo ha dicho el Señor.
9 »¡Denle alas a Moab, y que se vaya volando! Porque sus ciudades quedarán desiertas y totalmente deshabitadas.
10 ¡Malditos sean los que no cumplan con lo que el Señor les ha ordenado hacer! ¡Malditos sean los que no empapen con sangre su espada!
11 »Moab ha estado en reposo desde su juventud. En reposo, como el vino sobre su sedimento. Nunca ha sido trasvasado de una vasija a otra, ni jamás ha estado en cautiverio. Por eso ha retenido su sabor, y no ha variado su aroma.
12 Por eso viene el día en que yo enviaré gente que lo trasvasará; y sus vasijas quedarán vacías, y sus odres serán despedazados.—Palabra del Señor.
13 »Entonces Moab se avergonzará de Quemos, como la casa de Israel se avergonzó de haber confiado en Betel.
14 »¿Cómo pueden decir ustedes que son hombres valientes, soldados aguerridos?