11 Por tanto, la ira del Señor se me escapa; ya estoy cansado de contenerme. Voy a derramarla sobre los niños en la calle, lo mismo que sobre las reuniones de jóvenes, porque serán hechos cautivos el marido y la mujer, el viejo y el anciano.
12 Voy a extender mi mano contra los habitantes de la tierra; y sus casas, sus propiedades, y hasta sus mujeres, pasarán a otras manos.—Palabra del Señor.
13 »Y es que todos ellos son mentirosos y avaros. Todos, desde el más chico hasta el más grande, desde el profeta hasta el sacerdote.
14 Se les hace fácil sanar la herida de mi pueblo con sólo decir: “¡Paz, paz!” ¡Pero no hay paz!
15 ¿Acaso se han avergonzado de sus actos repugnantes? ¡Claro que no! ¡Ni siquiera saben lo que es tener vergüenza! Por eso, cuando yo los castigue, caerán muertos entre los muertos.»—Palabra del Señor.
16 Así ha dicho el Señor:«Deténganse en los caminos y pregunten por los senderos de otros tiempos; miren bien cuál es el buen camino, y vayan por él. Así hallarán ustedes el descanso necesario. Pero ustedes dijeron: “No iremos por allí.”
17 También les puse vigilantes que les advirtieran: “Presten atención al sonido de la trompeta.” Pero ustedes dijeron: “No vamos a prestar atención.”