15 ¿Acaso se han avergonzado de sus actos repugnantes? ¡Claro que no! ¡Ni siquiera saben lo que es tener vergüenza! Por eso, cuando yo los castigue, caerán muertos entre los muertos.»—Palabra del Señor.
16 Así ha dicho el Señor:«Deténganse en los caminos y pregunten por los senderos de otros tiempos; miren bien cuál es el buen camino, y vayan por él. Así hallarán ustedes el descanso necesario. Pero ustedes dijeron: “No iremos por allí.”
17 También les puse vigilantes que les advirtieran: “Presten atención al sonido de la trompeta.” Pero ustedes dijeron: “No vamos a prestar atención.”
18 Por lo tanto, naciones, ¡escuchen! Y ustedes, mi pueblo, ¡entiendan lo que va a suceder!
19 ¡Óyeme bien, tierra! Voy a traer sobre este pueblo un mal, que es producto de sus pensamientos, pues no quisieron obedecer mis palabras y aborrecieron mi enseñanza.
20 ¿Para qué me traen de Sabá este incienso, y de lejanas tierras esta fina caña aromática? No encuentro aceptables sus holocaustos, ni me agradan sus sacrificios.»
21 Por lo tanto, así ha dicho el Señor:«Yo voy a ponerle tropiezos a este pueblo, que harán caer a los padres y a los hijos por igual, y donde el vecino y su compañero perecerán.»