11 Pero pon tu mano sobre todo lo que tiene, y verás cómo blasfema contra ti, y en tu propia cara.»
12 Entonces el Señor le respondió a Satanás:«Ahí está Job. Haz lo que quieras con todas sus riquezas. Pero te prohíbo que a él le hagas daño.»Y dicho esto, Satanás salió de la presencia del Señor.
13 Un día, mientras los hijos y las hijas de Job comían y bebían en la casa del hermano mayor,
14 llegó un mensajero a la casa de Job y le dijo:«Estábamos arando el campo con los bueyes, y las asnas pacían cerca,
15 cuando de pronto llegaron los sabeos y nos atacaron, y mataron a los pastores y se llevaron los animales. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia.»
16 Todavía estaba hablando el mensajero, cuando llegó otro y dijo:«Dios permitió que del cielo cayera un fuego destructor, que fulminó a tus ovejas y a los pastores. ¡Todo lo consumió! Sólo yo pude escapar para traerte la noticia.»
17 Enseguida llegó otro mensajero con otra mala noticia:«Tres escuadrones de caldeos llegaron y atacaron a los criados, y se llevaron los camellos. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia.»