9 Me vuelvo hacia el norte, y no logro verlo;me vuelvo entonces al sur, y él se esconde de mí.
10 Pero Dios sabe por dónde ando;me pondrá a prueba, y saldré refinado como el oro.
11 Mis pies han seguido sus pisadas;seguí su camino, sin apartarme de él.
12 Nunca me he apartado de sus mandamientos;sus palabras me son más preciadas que la comida.
13 Si él decide algo, ¿quién puede hacerlo cambiar?¡Él lleva a cabo todo lo que se propone!
14 Así que hará conmigo lo que se ha propuesto,y es mucho lo que él ha decidido hacer.
15 En su presencia, me invade un gran temor;si pienso en ello, me pongo a temblar.