34 fue por temor al desprecio de los noblesy a lo que el pueblo pensara de mí;pero guardé silencio y no salí de mi casa.
35 »¡Cómo quisiera que alguien me escuchara!Aunque mi enemigo me someta a juicio,confío en que el Todopoderoso hablará por mí.
36 Con mucho gusto aceptaré su juicio;con mucho gusto lo portaré como corona.
37 Le daré cuenta de todas mis acciones,y me presentaré ante él, orgulloso como un príncipe.
38 »Si mis tierras hablan contra mí,y lloran de dolor por lo que les hice;
39 si saqué provecho de ellas, sin retribución,o me aproveché de la bondad de sus dueños,
40 ¡que en lugar de trigo me rindan abrojos!¡Que me den espinos en lugar de cebada!»Aquí terminan los discursos de Job.