18 para que nos libremos de la tumbao de sufrir una muerte violenta.
19 »Dios nos corrige con enfermedades,y con fuertes dolores de huesos;
20 ¡hasta llegamos a aborrecer la comida,y por deliciosa que sea, no se nos antoja!
21 El cuerpo se nos va enjutando,hasta dejar ver todos nuestros huesos.
22 Cuando nos vemos al borde del sepulcro,y llegamos a las puertas de la muerte,
23 a veces viene un ángel bondadoso,uno entre mil, que intercede por nosotrosy da a conocer nuestras buenas acciones;
24 se compadece de nosotros y le dice a Dios:“¡No lo dejes caer en el sepulcroque ya he encontrado cómo rescatarlo!”