15 Cuando los hombres armados llegaron a la casa de Micaía, donde estaba el joven levita, le preguntaron cómo estaba.
16 Los seiscientos danitas se quedaron, con sus armas, a la entrada de la puerta,
17 y mientras el sacerdote hablaba a la entrada de la casa con los seiscientos hombres armados, los cinco espías entraron y se apoderaron de la imagen tallada y de la imagen de fundición, y también del efod y los terafines.
18 Al ver el sacerdote que los espías habían entrado en la casa para tomar las imágenes y el efod y los terafines, les preguntó:«¿Qué están haciendo ustedes?»
19 Y ellos le respondieron:«Cállate, y no digas nada. Mejor ven con nosotros, para que seas nuestro padre y sacerdote. ¿Qué es mejor? ¿Seguir siendo sacerdote en casa de un solo hombre, o serlo de toda una tribu y familia de Israel?»
20 Al joven sacerdote le agradó la idea, y tomó el efod, los terafines y las imágenes, y se fue con ellos.
21 En cuanto ellos emprendieron la marcha, pusieron por delante a los niños, el ganado y el bagaje.