4 El levita les contó cómo lo había tratado Micaía, y que le había pedido ser su sacerdote.
5 Entonces ellos le dijeron:«Consulta a Dios. Queremos saber si tendremos éxito en este viaje de reconocimiento que estamos haciendo.»
6 Y el sacerdote les respondió:«Vayan en paz. El Señor ve con buenos ojos el propósito de su viaje.»
7 Los cinco espías salieron de allí y se dirigieron a Lais, donde vieron que el pueblo vivía tranquilo y confiado, como acostumbraban vivir los habitantes de Sidón, aunque vivían lejos de ellos. No tenían tratos con nadie, ni había nadie en esa región que los perturbara, pues no tenían rey.
8 Cuando los espías regresaron a Sorá y Estaol, con sus hermanos, éstos les preguntaron:«¿Qué encontraron?»Y ellos respondieron:
9 «¡Vayamos a atacarlos! Nosotros ya exploramos la región, y hemos visto que es muy buena. Y ustedes, ¿no van a hacer nada? ¡No se queden ahí sentados! ¡Pónganse en marcha, y vamos a tomar posesión de esa tierra!
10 Al llegar, van a encontrar a un pueblo confiado, que tiene una gran extensión de tierra, la cual Dios nos ha entregado. ¡Es una tierra a la que no le falta nada!»