3 Dios les entregó a Oreb y a Zeeb, príncipes de Madián; por eso, lo que yo hice no es comparable con lo que ustedes hicieron.»En cuanto Gedeón dijo esto, el enojo de los efrainitas se aplacó.
4 Entonces Gedeón y sus trescientos hombres regresaron y cruzaron el Jordán; y como estaban muy cansados por perseguir a sus enemigos,
5 les dijo a los habitantes de Sucot:«Yo les ruego que den a mi gente algo de comer, porque están muy cansados. Estamos persiguiendo a Zebaj y Salmuná, los reyes de Madián.»
6 Pero los jefes de Sucot le respondieron:«¿Y acaso ya venciste a Zebaj y a Salmuná, para que alimentemos a tu ejército?»
7 Gedeón respondió:«Aún no, pero cuando el Señor nos los entregue, vendré y trituraré los cuerpos de ustedes con espinos y abrojos del desierto.»
8 De Sucot, Gedeón fue a Peniel, y allí también pidió comida para su ejército. Pero la gente de Peniel le respondió lo mismo que la de Sucot.
9 Gedeón entonces les dijo:»Cuando regrese victorioso, derribaré esta torre.»