14 Tropezaban por las calles, como ciegos.¡Tan manchadas de sangre tenían las manosque no se atrevían a tocar sus vestiduras!
15 «¡Apártense, gente impura!», les gritaban;«¡Apártense, no toquen nada!»Y se apartaron y huyeron.Y entre las naciones se dijo:«Éstos jamás volverán a vivir aquí.»
16 El Señor, en su enojo, los dispersóy no volvió a tomarlos en cuenta,pues no respetaron a los sacerdotesni se compadecieron de los ancianos.
17 Nuestros ojos desfallecen,pues en vano esperamos ayuda;en vano esperamos el apoyode una nación incapaz de salvarnos.
18 Vigilan todos nuestros pasos;no podemos salir a la calle;el fin de nuestros días se acerca;¡nuestra vida ha llegado a su fin!
19 Los que nos persiguen son más ligerosque las águilas del cielo.Nos persiguen por los montes,y en el desierto nos han tendido trampas.
20 Atrapado entre sus redesquedó el ungido del Señor,el que daba aliento a nuestra vida;aquél del cual decíamos:«Bajo su sombra protectoraviviremos entre las naciones.»