7 Sus nobles eran más claros que la nievey más blancos que la leche;de piel más rosada que el coral,de talle más delicado que el zafiro.
8 ¡Pero han quedado irreconocibles!¡Se ven más oscuros que las sombras!¡Tienen la piel pegada a los huesos!¡Están secos como un leño!
9 Más dichosos fueron los que cayeron en batallaque los que fueron muriendo de hambre,porque éstos fueron muriendo lentamentepor no tener para comer los frutos de la tierra.
10 Con sus propias manos,mujeres piadosas cocinaron a sus hijos.El día que mi ciudad amada fue destruida,sus propios hijos les sirvieron de alimento.
11 El Señor derramó el ardor de su iray satisfizo su enojo;¡encendió en Sión un fuegoque redujo a cenizas sus cimientos!
12 Jamás creyeron los reyes de la tierra,ni los habitantes del mundo,que nuestros enemigos lograríanpasar por las puertas de Jerusalén.
13 ¡Pero fue por los pecados de sus profetas!¡Fue por las maldades de sus sacerdotes,que en sus calles derramaron sangre inocente!