6 Entonces el Señor mandó serpientes venenosas entre el pueblo, para que los mordieran, y muchos del pueblo de Israel murieron.
7 El pueblo fue a ver a Moisés, y le dijo:«Hemos pecado al murmurar contra el Señor y contra ti. ¡Ruégale al Señor que nos quite estas serpientes!»Y Moisés oró por el pueblo,
8 y el Señor le dijo a Moisés:«Haz una serpiente como éstas, y ponla en un asta. Todo el que sea mordido y la mire, vivirá.»
9 Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguien, si miraba a la serpiente de bronce, seguía con vida.
10 Los hijos de Israel partieron de allí y acamparon en Obot.
11 Al partir de Obot, acamparon en Iyé Abarín, en el desierto que está enfrente de Moab, por donde sale el sol.
12 Al partir de allí, acamparon en el valle de Zered.