4 que les dijeron a los ancianos de Madián:«Esta gente va a acabar con todos nuestros contornos, del mismo modo que el buey acaba con la grama del campo.»Balac hijo de Sipor era entonces el rey de Moab,
5 así que mandó llamar a Balaam hijo de Beor, que estaba en Petor, junto al río, en el territorio de los hijos de su pueblo. Los mensajeros le dijeron:«De Egipto ha salido un pueblo que cubre la faz de la tierra, y que ha venido a plantarse delante de mí.
6 Yo sé que a quien tú bendices, es bendecido, y que a quien tú maldices es maldecido. Por eso, te ruego que vengas y lo maldigas por mí, porque es un pueblo más fuerte que yo. ¡Tal vez logre yo herirlo y echarlo fuera de mi tierra!»
7 Los ancianos de Moab y de Madián fueron a ver a Balaam. Con los regalos de adivinación en la mano, le dieron el mensaje que le enviaba Balac.
8 Y Balaam les dijo:«Descansen aquí esta noche, que yo les daré la respuesta que el Señor me comunique.»Y los príncipes de Moab se quedaron con Balaam.
9 Pero Dios vino y le dijo a Balaam:«¿Quiénes son estos hombres que están contigo?»
10 Balaam le respondió a Dios:«Balac hijo de Sipor, que es rey de Moab, mandó a decirme: