10 ¿Quién puede contar el polvo de Jacob,o la cuarta parte del pueblo de Israel?¡Espero morir como mueren los justos!¡Espero tener el mismo final de ellos!»
11 Entonces Balac le dijo a Balaam:«Pero, ¿qué es lo que haces conmigo? Te hice venir para que maldijeras a mis enemigos, ¡y ahora resulta que los estás bendiciendo!»
12 Balaam le respondió:«¿Y acaso no tengo que decir lo que el Señor ponga en mis labios?»
13 Pero Balac insistió:«Te ruego que vengas conmigo a otro lugar, desde donde no puedas ver a todos ellos sino solamente su parte extrema. Desde allí los maldecirás por mí.»
14 Y Balac llevó a Balaam al campo de Sofín, que está en la cumbre del Pisga. Allí edificó siete altares, y en cada altar ofreció un becerro y un carnero.
15 Entonces Balaam le dijo a Balac:«Quédate aquí, junto a tu holocausto, que yo iré por allí a encontrarme con Dios.»
16 Entonces el Señor salió al encuentro de Balaam, y puso en sus labios su palabra. Le dijo:«Vuelve adonde está Balac, y dile lo que voy a decirte.»