1 Moisés habló con los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, y les dijo:«El Señor ha ordenado esto:
2 Cuando alguien haga un voto al Señor, o haga un juramento que lo comprometa, no deberá faltar a su palabra, sino que hará todo lo que se haya comprometido a hacer.
3 »En el caso de una mujer joven, que aún viva en casa de su padre y que haga un voto al Señor y se comprometa a hacer algo,
4 si su padre oye su voto y el compromiso que ella adquirió, y guarda silencio, todos los votos que ella haga se mantendrán vigentes, lo mismo que todo compromiso que ella adquiera.
5 Por el contrario, si al oír su padre todos sus votos y sus compromisos adquiridos, se opone a ellos, esos compromisos quedarán invalidados y el Señor la perdonará, porque su padre se opuso a ellos.
6 »Si la mujer es casada y hace votos, o pronuncia con sus labios algo que la comprometa,
7 si su marido oye esto y guarda silencio, los votos de ella se mantendrán vigentes, lo mismo que el compromiso adquirido por ella.