4 y logró vencerlo. Luego lloró, y cuando lo encontró en Betel le rogó. Allí él habló con nosotros;
5 habló el Señor y Dios de los ejércitos. Su nombre es el Señor.
6 Por lo tanto, vuélvete a tu Dios, haz misericordia e imparte justicia, y confía siempre en tu Dios.
7 «Como un mercader que sostiene pesas falsas en su mano, y que ama la opresión,
8 Efraín dijo: “¡Qué rico soy! ¡Tengo muchas riquezas! ¡Y nadie puede acusarme de haber pecado ni de haber ganado todo esto de manera indebida!”
9 Pero desde que estabas en Egipto yo soy el Señor tu Dios; y todavía he de hacerte vivir en tiendas de campaña, como en los días de fiesta.
10 »Yo les he hablado a los profetas, y aumenté las visiones, y por medio de ellos me comuniqué en parábolas.