25 No codicies en tu corazón su hermosura,ni dejes que ella te atrape con sus miradas.
26 Una ramera te cuesta un bocado de pan,pero la mujer ajena te puede costar la vida.
27 ¿Quién se echa fuego en el pechosin que se queme su ropa?
28 ¿Quién puede andar sobre brasassin que se quemen sus pies?
29 ¡Pues tampoco puede clamar inocenciael que se acuesta con la mujer de su prójimo!
30 Nadie desprecia al que roba,si lo hace para calmar su apetito;
31 si lo sorprenden, debe pagar siete vecesy entregar todo el patrimonio de su casa,