2 Obedece mis mandamientos y enseñanzas;cuídalos como las niñas de tus ojos, y vivirás.
3 Átalos alrededor de tus dedos;anótalos en la pizarra de tu corazón.
4 Dile a la sabiduría: «¡Hermana mía!»Declárate pariente de la inteligencia.
5 Ellas te protegerán de la mujer ajena,de esa extraña de melosas palabras.
6 Un día estaba yo en la ventana de mi casa,y miraba a través de la celosía.
7 Observaba yo a los jóvenes incautos,y me llamó la atención uno de ellos,claramente falto de entendimiento,
8 que cruzó la calle, dobló la esquina,y se dirigió a la casa de esa mujer.