14 Y Rut durmió a los pies de Booz, pero al amanecer se levantó antes de que se pudieran reconocer unos a otros, pues Booz le dijo que nadie debía saber que una mujer había estado en la era.
15 Pero antes le dijo:«Quítate el manto, y sujétalo.»Ella lo extendió, y él echó allí seis medidas de cebada, luego se las echó al hombro, y Rut se fue a la ciudad.
16 Cuando llegó con su suegra, ésta le preguntó:«¿Qué pasó, hija mía?»Y Rut le contó todo lo que había sucedido con Booz.
17 Y añadió:«Me dio estas seis medidas de cebada y me dijo: “Éstas son para que no regreses con las manos vacías.”»
18 Entonces Noemí dijo:«Espera un poco, hija mía, hasta ver cómo se resuelve este asunto, porque Booz no descansará, hasta dejarlo arreglado.»