1 ¡Ay de la ciudad rebelde, contaminada y opresora!
2 No quiso escuchar la voz de su Dios, ni recibir su corrección. No confió en el Señor ni se acercó a él.
3 En sus calles, sus magnates parecen leones rugientes; sus jueces son lobos nocturnos que no dejan un solo hueso para el día siguiente.
4 Sus profetas son irresponsables y traicioneros; sus sacerdotes contaminan el santuario y falsean la ley.