4 Yo he dejado caer esta maldición sobre la casa del ladrón, y sobre la casa del que en mi nombre jura falsamente; y en medio de su casa permanecerá, hasta consumirla con sus maderas y sus piedras.»—Palabra del Señor de los ejércitos.
5 Luego el ángel que hablaba conmigo salió y me dijo:«Levanta la vista ahora, y fíjate en lo que está saliendo.»
6 Yo dije:«¿Qué cosa es?»Y él me dijo:«Esto que sale es una medida.»Y añadió:«Esta medida representa la iniquidad de ellos en toda la tierra.»
7 Entonces se levantó la tapa de plomo, y dentro de la medida estaba sentada una mujer.
8 El ángel dijo:«Ésta es la Maldad.»Y dicho esto, arrojó a la mujer dentro de la medida, y enseguida cubrió ésta con la tapa de plomo.
9 Levanté luego la mirada, y vi que dos mujeres salían, agitando el aire con sus alas, las cuales eran como de cigüeña. Las mujeres levantaron la medida entre la tierra y los cielos.
10 Yo le dije al ángel que hablaba conmigo:«¿A dónde llevan la medida?»