20 Lo que quiero decir es que los animales que ofrecen los no judíos, se ofrecen a los demonios, y no a Dios; y yo no quiero que ustedes tengan algo que ver con los demonios.
21 Ustedes no pueden beber de la copa del Señor, y también de la copa de los demonios; no pueden participar de la mesa del Señor, y también de la mesa de los demonios.
22 ¿O vamos a provocar a celos al Señor? ¿Acaso somos más fuertes que él?
23 Todo me está permitido, pero no todo es provechoso; todo me está permitido, pero no todo edifica.
24 Ninguno debe buscar su propio bien, sino el bien del otro.
25 Ustedes coman de todo lo que se vende en la carnicería, y no pregunten nada por motivos de conciencia,
26 porque del Señor es la tierra y su plenitud.