25 Ustedes coman de todo lo que se vende en la carnicería, y no pregunten nada por motivos de conciencia,
26 porque del Señor es la tierra y su plenitud.
27 Si algún incrédulo los invita, y ustedes aceptan la invitación, vayan y coman de todo lo que se les ofrezca, y no pregunten nada por motivos de conciencia.
28 Pero si alguien les dice: «Esto fue sacrificado a los ídolos», no lo coman, por causa de aquel que lo dijo y por motivos de conciencia.
29 Claro que me refiero a la conciencia del otro, no a la tuya. Pues ¿por qué se habría de juzgar mi libertad por la conciencia de otro?
30 Y si yo participo de la comida y doy gracias a Dios, ¿por qué he de ser censurado por aquello por lo cual doy gracias?
31 Así que, si ustedes comen o beben, o hacen alguna otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.