1 Hermanos, yo no pude hablarles como a personas espirituales sino como a gente carnal, como a niños en Cristo.
2 Les di a beber leche, pues no eran capaces de asimilar alimento sólido, ni lo son todavía,
3 porque aún son gente carnal. Pues mientras haya entre ustedes celos, contiendas y divisiones, serán gente carnal y vivirán según criterios humanos.
4 Y es que cuando alguien dice: «Yo ciertamente soy de Pablo»; y el otro: «Yo soy de Apolos», ¿acaso no son gente carnal?