9 Lo que creo es que Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como si fuéramos lo último, ¡como si estuviéramos sentenciados a muerte! Hemos llegado a ser el hazmerreír del mundo, de los ángeles y de los hombres.
10 Por amor a Cristo, nosotros somos los insensatos, y ustedes los prudentes en Cristo; nosotros somos los débiles, y ustedes los fuertes; ustedes son respetados, y a nosotros se nos desprecia.
11 Hasta el momento pasamos hambre, tenemos sed, andamos desnudos, nos abofetean, y no tenemos dónde vivir.
12 Trabajamos hasta el cansancio con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; nos persiguen, y soportamos la persecución;
13 nos difaman, y no nos ofendemos. Hemos llegado a ser como la escoria del mundo, como el desecho de todos.
14 No escribo esto para avergonzarlos, sino para amonestarlos como a mis hijos amados.
15 Porque aunque ustedes tengan diez mil instructores en Cristo, no tienen muchos padres, pues en Cristo Jesús yo los engendré por medio del evangelio.