15 Así que, tampoco es una sorpresa que sus ministros se disfracen de administradores de justicia, pero como sus obras será su fin.
16 Vuelvo a decirlo: Que nadie crea que estoy loco, pero si es así, recíbanme entonces como a un loco, para que yo también me vanaglorie un poco.
17 Al decir esto, no lo digo en conformidad con el Señor, sino como una locura mía, confiado en mi vanagloria.
18 Puesto que muchos se vanaglorian según los criterios humanos, también yo puedo vanagloriarme.
19 Ustedes, aunque cuerdos, toleran de buena gana a los necios.
20 Toleran a quienes los esclavizan, a quienes los devoran, a quienes les quitan lo suyo, a quienes se sienten importantes, a quienes les dan de bofetadas.
21 Lo digo para vergüenza mía: ¡para eso fuimos demasiado débiles!Pero si otros tienen el descaro de vanagloriarse (hablo como un loco), también yo puedo hacerlo.