1 Por eso yo, Pablo, estoy preso por causa de Cristo Jesús para bien de ustedes, los no judíos.
2 Sin duda ustedes se habrán enterado del plan que Dios, en su bondad, me asignó para el bien de ustedes;
3 me refiero al misterio que me declaró por revelación, como ya les había escrito brevemente.
4 Al leerlo, podrán darse cuenta de que conozco el misterio de Cristo,
5 misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a la humanidad tal y como ahora se ha revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu.
6 Ahora sabemos que, por medio del evangelio, los no judíos son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús.
7 Por el don de la gracia de Dios, que me ha sido dado conforme a su gran poder, yo fui designado ministro de este evangelio.