6 Así Abrahán creyó a Dios, y le fue contado por justicia.
7 Sepan, por tanto, que los que son de la fe son hijos de Abrahán.
8 Y la Escritura, al prever que Dios habría de justificar por la fe a los no judíos, dio de antemano la buena nueva a Abrahán, cuando dijo: «En ti serán benditas todas las naciones.»
9 De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abrahán.
10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues está escrito: «Maldito sea todo aquel que no se mantenga firme en todas las cosas escritas en el libro de la ley, y las haga.»
11 Y es evidente que por la ley ninguno se justifica para con Dios, porque «El justo por la fe vivirá»;
12 y la ley no es de fe, sino que dice: «El que haga estas cosas vivirá por ellas.»