12 Dentro del lienzo había toda clase de cuadrúpedos, reptiles y aves.
13 Entonces oyó una voz que le decía: «Pedro: levántate, mata y come.»
14 Pedro respondió: «No, Señor, porque nunca he comido nada que sea común o impuro.»
15 Por segunda vez la voz le dijo: «Lo que Dios ha limpiado, no lo llames común.»
16 Esto se repitió tres veces. Después el lienzo fue recogido y llevado inmediatamente al cielo.
17 Mientras Pedro no lograba entender el significado de la visión que había tenido, los hombres que Cornelio había enviado, y que preguntaban por la casa de Simón, llegaron a la puerta.
18 Llamaron y preguntaron si allí se estaba hospedando Simón, al que también se le conocía como Pedro.