27 Pero uno de ellos le dijo: “¿Y quién te ha nombrado nuestro gobernador y juez?
28 ¿Acaso quieres matarme, como lo hiciste ayer con el egipcio?”
29 Al oír esto, Moisés huyó a la tierra de Madián, y allí vivió como extranjero, y se casó y tuvo dos hijos.
30 »Después de cuarenta años, un ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, entre las llamas de una zarza que ardía.
31 Moisés se quedó maravillado de esa visión, y se acercó para observar bien. Entonces oyó la voz del Señor, que le decía:
32 “Yo soy el Dios de tus padres. Soy el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob.” Moisés temblaba de miedo y no se atrevía a mirar.
33 Pero el Señor añadió: “Descálzate los pies, porque estás pisando un lugar sagrado.