14 Yo quisiera poner celosos a los de mi sangre, y de esa manera salvar a algunos de ellos.
15 Porque si su exclusión trajo como resultado la reconciliación del mundo, ¿qué resultará de su admisión, sino vida de entre los muertos?
16 Si la primera parte de la masa es santa, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.
17 Si algunas de las ramas fueron cortadas, y tú, que eras un olivo silvestre, fuiste injertado en su lugar y has venido a participar de la raíz y de la rica savia del olivo,
18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, conviene que sepas que no eres tú el que sustenta a la raíz, sino que es la raíz la que te sustenta a ti.
19 Tal vez digas: «Las ramas fueron cortadas para que yo fuera injertado.»
20 De acuerdo. Pero ellas fueron cortadas por su incredulidad, y tú te mantienes firme por la fe. Por lo tanto, no seas soberbio, sino temeroso.