19 Estás convencido de que eres guía de los ciegos y luz de los que están en tinieblas,
20 instructor de los ignorantes y maestro de niños, y que tienes en la ley la clave del conocimiento y de la verdad.
21 Pues bien, tú que enseñas a otros, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se debe robar, ¿robas?
22 Tú que dices que no se debe cometer adulterio, ¿adulteras? Tú que detestas a los ídolos, ¿robas en los templos?
23 Tú que te sientes orgulloso de la ley, ¿deshonras a Dios quebrantando la ley?
24 Porque, como está escrito: «Por causa de ustedes el nombre de Dios es blasfemado entre los paganos.»
25 Es verdad que, si obedeces a la ley, la circuncisión es provechosa, pero si la desobedeces, será como si no estuvieras circuncidado.