1 «De cierto, de cierto les digo: El ladrón y el salteador es el que no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que trepa por otra parte.
2 Pero el que entra por la puerta, es el pastor de las ovejas.
3 A éste el portero le abre, y las ovejas oyen su voz; y él llama a las ovejas por su nombre, y las saca.
4 Y una vez que ha sacado a todas sus ovejas, va delante de ellas; y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz.