40 Y ésta es la voluntad de mi Padre: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día final.»
41 Los judíos murmuraban acerca de él, porque había dicho: «Yo soy el pan que descendió del cielo.»
42 Y decían: «¿Acaso no es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? Entonces ¿cómo puede decir: “Del cielo he descendido”?»
43 Jesús les respondió: «No estén murmurando entre ustedes.
44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no lo trae. Y yo lo resucitaré en el día final.
45 En los profetas está escrito: “Y todos serán enseñados por Dios.” Así que, todo aquel que ha oído al Padre, y ha aprendido de él, viene a mí.
46 No es que alguno haya visto al Padre, sino el que vino de Dios; éste sí ha visto al Padre.