63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida.
64 Pero hay algunos de ustedes que no creen.» Y es que Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién lo entregaría,
65 así que dijo: «Por eso les he dicho que ninguno puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.»
66 A partir de entonces muchos de sus discípulos dejaron de seguirlo, y ya no andaban con él.
67 Entonces, Jesús dijo a los doce: «¿También ustedes quieren irse?»
68 Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
69 Y nosotros hemos creído, y sabemos, que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.»