15 Y los judíos se asombraban, y decían: «¿Cómo es que éste sabe de letras, sin haber estudiado?»
16 Jesús les respondió: «Esta enseñanza no es mía, sino de aquel que me envió.
17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, sabrá si la enseñanza es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
18 El que habla por su propia cuenta, busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que lo envió, éste es verdadero, y en él no hay injusticia.
19 ¿Acaso no les dio Moisés la ley, y ninguno de ustedes la cumple? ¿Por qué procuran matarme?»
20 La multitud le respondió: «Tienes un demonio. ¿Quién procura matarte?»
21 Jesús les respondió: «Hice una obra, ¡y todos se quedan asombrados!