24 Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece de un extremo del cielo hasta el otro, así también será el día del Hijo del Hombre.
25 Pero primero es necesario que padezca mucho, y que sea desechado por esta generación.
26 Tal y como sucedió en los días de Noé, así también sucederá en los días del Hijo del Hombre.
27 La gente comía y bebía, y se casaba y se daba en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces vino el diluvio y los destruyó a todos.
28 Lo mismo sucedió en los días de Lot: la gente comía y bebía, compraba y vendía, plantaba y edificaba casas;
29 pero cuando Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
30 Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.