18 porque yo les digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.»
19 Luego tomó el pan, lo partió, dio gracias y les dio, al tiempo que decía: «Esto es mi cuerpo, que por ustedes es entregado; hagan esto en memoria de mí.»
20 De igual manera, después de haber cenado tomó la copa y les dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por ustedes va a ser derramada.
21 Pero sepan que la mano del que me va a traicionar está sobre esta mesa, conmigo.
22 A decir verdad, el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel que lo va a traicionar!»
23 Ellos comenzaron a preguntarse unos a otros, quién de ellos sería capaz de hacer esto.
24 Además, los discípulos tuvieron una discusión en cuanto a quién de ellos sería el mayor.