27 Porque éste es de quien está escrito:»“Yo envío mi mensajero delante de ti,para que te prepare el camino.”
28 Yo les digo que, entre los que nacen de mujer, no hay nadie mayor que Juan el Bautista. Aun así, el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.»
29 Al oír esto, todo el pueblo y los cobradores de impuestos reconocieron la justicia de Dios y se bautizaron con el bautismo de Juan.
30 Pero los fariseos y los intérpretes de la ley rechazaron el propósito de Dios respecto de sí mismos, y no fueron bautizados por Juan.
31 El Señor agregó: «¿Con qué compararé a la gente de esta generación? ¿A qué puedo compararlos?
32 Son como los niños que se sientan en la plaza y se gritan unos a otros: “Tocamos la flauta, y ustedes no bailaron; entonamos cantos fúnebres, y ustedes no lloraron.”
33 Porque vino Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y ustedes decían: “Tiene un demonio.”