41 «Un acreedor tenía dos deudores: uno le debía quinientos días de sueldo, y el otro cincuenta.
42 Como ninguno de los dos podía pagarle, les perdonó la deuda a los dos. Ahora, dime: ¿cuál de ellos lo amará más?»
43 Simón le respondió: «Me parece que aquel a quien le perdonó más.» Y Jesús le dijo: «Tu juicio es correcto.»
44 Entonces se volvió a la mujer y le dijo a Simón: «Mira a esta mujer. Cuando llegué a tu casa, no me diste agua para lavarme los pies, pero ésta los ha bañado con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos.
45 No me diste un beso, pero ésta no ha dejado de besarme los pies desde que entré.
46 No ungiste mi cabeza con aceite, pero ésta ha ungido mis pies con perfume.
47 Por eso te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho. Pero a quien poco se le perdona, poco ama.»