19 Ellos se pusieron muy tristes, y uno por uno comenzaron a preguntarle: «¿Seré yo?»
20 Jesús les respondió: «Es uno de los doce, el que está mojando el pan en el plato conmigo.
21 A decir verdad, el Hijo del Hombre sigue su camino, como está escrito acerca de él, ¡pero ay de aquel que lo traiciona! ¡Más le valdría no haber nacido!»
22 Mientras comían, Jesús tomó el pan y lo bendijo; luego lo partió y se lo dio, al tiempo que decía: «Tomen, esto es mi cuerpo.»
23 Después tomó la copa, y luego de dar gracias, se la dio, y todos bebieron de ella.
24 Les dijo entonces: «Esto es mi sangre del pacto, que por muchos es derramada.
25 De cierto les digo que no volveré a beber del fruto de la vid, hasta el día en que beba el vino nuevo en el reino de Dios.»