20 Pero hay otros, que son como lo sembrado en buena tierra. Son los que oyen la palabra y la reciben, y rinden fruto; ¡dan treinta, sesenta y hasta cien semillas por cada semilla sembrada!»
21 También les dijo: «¿Acaso la luz se enciende para ponerla debajo de un cajón, o debajo de la cama? Al contrario, ¡se enciende para ponerla en el candelero!
22 Porque no hay nada oculto que no llegue a manifestarse, ni hay nada escondido que no salga a la luz.
23 Si alguno tiene oídos para oír, que oiga.»
24 También les dijo: «Fíjense bien en lo que oyen, porque con la medida con que ustedes midan a otros, serán medidos, y hasta más se les añadirá.
25 Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le arrebatará.»
26 Jesús dijo también: «El reino de Dios es como cuando un hombre arroja semilla sobre la tierra: