5 De allí vendrás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y cuando entrares allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto, y delante de ellos salterio, y pandero, y flauta, y arpa, y ellos profetizando.
6 Y el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre.
7 Y cuando te hubieren sobrevenido estas señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios es contigo.
8 Y bajarás delante de mí a Gilgal; y luego descenderé yo a ti para ofrecer holocaustos, y sacrificar ofrendas de paz. Espera siete días, hasta que yo venga a ti, y te enseñe lo que has de hacer.
9 Y sucedió que cuando él volvió la espalda para apartarse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas señales acontecieron en aquel día.
10 Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él, y el Espíritu de Dios vino sobre él, y profetizó entre ellos.
11 Y aconteció que, cuando todos los que le conocían antes, vieron como profetizaba con los profetas, el pueblo decía el uno al otro: ¿Qué ha sucedido al hijo de Cis? ¿También Saúl entre los profetas?