4 Por tanto, así dice Jehová: Del lecho en que subiste no descenderás, antes morirás ciertamente. Y Elías se fue.
5 Y cuando los mensajeros se volvieron al rey, él les dijo: ¿Por qué os habéis vuelto?
6 Y ellos le respondieron: Encontramos un varón que nos dijo: Id, y volveos al rey que os envió, y decidle: Así dice Jehová: ¿Acaso no hay Dios en Israel, que tú envías a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón? Por tanto, del lecho en que subiste no descenderás, sino que de cierto morirás.
7 Entonces él les dijo: ¿Cómo era aquel varón que encontrasteis, y os dijo tales palabras?
8 Y ellos le respondieron: Un varón velludo, y ceñía sus lomos con un cinto de cuero. Entonces él dijo: Es Elías tisbita.
9 Entonces el rey envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió a él; y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte. Y él le dijo: Varón de Dios, el rey dice que desciendas.
10 Y Elías respondió, y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y te consuma con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta.