13 y se quitará el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa: y llorará a su padre y a su madre por todo un mes; y después entrarás a ella, y tú serás su marido, y ella será tu esposa.
14 Y si ella no te agradare, entonces la dejarás en libertad; no la venderás por dinero, ni mercadearás con ella, por cuanto la humillaste.
15 Y si un hombre tuviere dos esposas, una amada y otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le dieren hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida;
16 será que, el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito;
17 sino que al hijo de la aborrecida reconocerá por primogénito, dándole una porción doble de todo lo que tiene; porque él es el principio de su vigor, suyo es el derecho de la primogenitura.
18 Cuando alguno tuviere hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndolo castigado, no les obedeciere;
19 entonces su padre y su madre lo tomarán, y lo sacarán a los ancianos de su ciudad, y a la puerta de su ciudad;