19 Y cuando fueron reunidas las vírgenes la segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey.
20 Y Esther, según le tenía mandado Mardoqueo, aún no había declarado su nación ni su pueblo; porque Esther hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando con él se educaba.
21 En aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, se enojaron Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, y procuraban poner mano en el rey Asuero.
22 Mas entendido que fue esto por Mardoqueo, él lo denunció a la reina Esther, y Esther lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo.
23 Se hizo entonces indagación del asunto, y fue hallado cierto; por lo que ambos fueron colgados en una horca. Y fue escrito en el libro de las crónicas, en presencia del rey.